martes, 9 de agosto de 2011

Quedan 499 días (La 'sorpresa', la denuncia y la fiesta de los 500 días)

Ya quedan menos de 500 días para el fin del mundo. Y me quedan tantas cosas por hacer. Y tanto que disfrutar. Y precisamente es todo lo contrario a lo que he hecho en los últimos días con mi 'querido' amigo Albertllanes. Su sorpresa consistía en hacer una travesía por un río de la Serranía de Ronda. No un paseo de una jornada. Cuatro días de supervivencia en los que me he arrastrado por el fango y he comido a base de frutas y barras energéticas. Le he suplicado que me devolviese a la civilización, pero ni caso. Este tipo cree que es toda una proeza eso de perder el tiempo entre zarzales que te dejan hecho un cristo y piedras que resbalan. Han sido, sin duda, los peores días. Recién salido de un coma y en medio de una verdadera selva. Para colmo Albertllanes buscó un acompañante en la expedición, un tipo inglés, calvo y fornido. Se llama David Mortimere, aunque yo me tenía que limitar a llamarlo Míster Mortimere. Aún no sé la razón. Lo recogimos en Casares antes de saber la sorpresa de Albertllanes, pero por sus pintas de 'rambo' me temí lo peor. Los dos no han parado de discutir e incluso nos hemos perdido en varias ocasiones. Lo único bueno de la expedición es que he perdido un par de kilos. El resto ha sido una total pesadilla. Salimos el miércoles por la tarde y regresamos el sábado por la noche. Tanto el domingo como el lunes los he pasado durmiendo en mi casita de Pedregalejo. Entre dolores musculares, rozaduras y arañazos no hay quien se pudiera mover.
Por el esfuerzo realizado, Albertllanes dice que me va a recompensar con una fiesta este viernes. Dice que será algo así como la celebración de los últimos 500 días. Será en un chalé de Cerrado de Calderón con piscina, barbacoa y, según afirma, con mucho alcohol y mujeres. No sé si creerle. De todas formas, ese día empieza la Feria de Málaga y no es mala forma de pasarla. Es más para mí será la última feria, ya que la del año que viene quiero pasarla en algún destino paradisíaco. Bueno, la última y la primera que viviré como hombre libre. A la vaca burra nunca le gustó ni ésta ni ninguna fiesta popular. Tampoco es que yo me vuelva loco, pero este año estoy dispuesto a beber como un cosaco.
Esta mañana he puesto la denuncia pertinente contra Teresa. Espero que el juez dictamine algo así como una orden de alejamiento para no tener que temer por mi vida. Esta enajenada anda suelta por ahí y no quiero que aborte el disfrute de estos últimos días.
Hace un rato que he venido de la agencia para que me canjeasen el vuelo a Dublín. Les he explicado que he estado en coma y que me era imposible ir, pero aún así no me han devuelto nada de lo pagado. Lo he retrasado para ir del 3 al 10 de septiembre. Espero encontrar buen tiempo.
Esta noche he quedado con Zelma. La llamé ayer para darle algunas explicaciones sobre lo acontecido en el Ática. Dice que apenas recuerda nada y que mejor que se lo cuente cenando en mi casa. Como no tengo pizca de ganas de hacer de cenar y el polvo parece asegurado, le he dicho que mejor que se venga a Pedregalejo y la invito en algunos de estos restaurantes.

2 comentarios:

  1. Hace poco descubrí tu blog...bueno, la verdad, con tirarte desde un puente el 23 de Diciembre de 2012 (si llegas) estará todo arreglado.
    No me creo que todo esto lo hagas porque realmente crees que se "acaba el mundo". Di que estabas hasta el gorro de tu mujer, de tus hijos, de tu trabajo o de lo que sea, pero no seas cobarte y te justifiques en que "los mayas han dicho..."
    Que te sea leve

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  2. Hola! Un post relacionado con lo del fin del mundo. ¡Muy interesante! ¡No os lo perdais!

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